Y esto no es mas que eso, esto, una fotografía aburrida, algo que me sirva, y sirvió, como acicate a la hora de convertir una noche en vela en belleza estética, cautivada en una pseudopoesía.

¡Qué desastre! Que ni para mentir valgo, pues me gusta y no es aburrida, veo, sigo viendo, utensilios de trabajo abandonados por siempre en una imagen; nunca pasarán a recogerlos, por lo menos no en esta fotografía. Se quedan conmigo para dar valor a mis manos, y a mi lengua contenida en ellas, que se expresan, por ellas, y con gusto de hacerlo. Se queda conmigo el vació y la ansiedad que encuadran una escena sin terminar.

Me gusta mentir, y a estas alturas, esa falsa profundidad pone en evidencia mi engaño, lo dicho, que sólo he buscado, y no sé si conseguido, la belleza, tanto estética como formal.

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