– Ha pasado el tiempo, amigo mío.
– ¿Nada más?
– No, solo eso, ¿te parece poco?
Y enfrentamos decisiones, continuamente, y cuando se encuentran es fácil pronosticar el resultado, aunque nunca lo aceptamos, o por lo menos no si no es regañadientes, y con el ceño fruncido. Es curioso, como somos, es hasta cierto punto hilarante, si no fuese también, y rimamente, preocupante; pues la verdad, es que podemos caminar en una dirección, y luego en otra, e incluso desandar lo que antes eran caminos y ahora senderos, o viceversa. Pero lo que no podemos olvidar:
– ¡Lo que no debemos olvidar! Es que el tiempo para recorrer todos y cada uno de ellos es limitado, y llamado, una vida.
Y ahora di, por ti, por mí, y para dar significado a estas últimas palabras:
– ¡Quiero que mi vida me pertenezca!
– Pues comienza andar, sin mirar atrás, salvo que sea para sonreir, y animarme a seguirte.
Rimamente: Creativa licencia lingüística del autor, es decir yo, con la que se ha querido expresar que una palabra (preocupante) toma la cualidad fonética de otra (hilarante), mediante la advervialización del verbo «Rimar».
Pages: 1 2