(…) dormir!
Con una sonrisa en la cara, que yo a ti nada te debo.
¡Déjame descansar! De tu crítica mirada, y tu acusador dedo.
¡Déjame yacer! Ante la vida, y en despreocupada posición.
¡Déjame ser! Todo eso que tú ni eres, ni serás, por cobarde ambición.
¡Déjame vagabundear! Solamente.
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Muy buena entrada. Como el resto… tiene algo.
Habrás visto que he seguido algunos de tus consejos. Gracias.
Un saludo
Muchas gracias Damián, la verdad que eso es lo que intento, hacer de cada entrada algo especial; mejor «calidad» que «cantidad», ¿no? Aunque en eso no puedo ser objetivo, realmente quien puede decir si lo que hago merece de consideración es todo el mundo menos yo, el autor. Por lo anterior, transcurre tanto tiempo entre entrada y entrada.
Y tú también, sigue igual, tienes un gran blog del que deseo que tenga una larga vida.
Un saludo.