Y abajo, (ve) una sonrisa
Levanto la cabeza y veo otra, calva, desalojada de su viejo sombrero a dos aguas. Veo obreros sin miedo, como piojos, aferrados con confianza, y en coronillas ladeadas. Ahora son ausentes, están en sus casas, puede que en otras igual de viejas, iguales, o más nuevas. No me importa, sólo escribo para hacer espacio baldío hasta llegar a otra frase. …
Fuego (y)
«Real sello; de metal prominente, y señal honda». Lo caliento entre las manos, pues está duro y quebradizo, y es que ya es difícil encontrar un buen material últimamente. Recuerdo como, hace sólo cuatro siglos que circulaban ceras y trementinas, importadas parejas a la ruta de la seda. Viví en ese tiempo, fui poeta, a veces elogiado como en otras …