(Aquí empezo todo).
Cuando caen las hojas.
Cuando mis manos se posan sobre ellas
y a tientas;
mis garabatos, que no son mas que el reflejo de sus nervios
calcados sobre mis letras.
(Como en el Otoño).
Tal vez, los árboles no tengan la culpa;
de nuestro miedo y frustración ante una hoja en blanco;
de sus cuerpos leñosos.
Y entonces, me levanto; tiro mi pluma, y me voy.
Y no vuelvo, (porque..:)
– Quiero mendigar desnudo y bañarme en aguas heladas.
– Quiero secarme el cuerpo con el calor, y el roce, de una mujer.
– Quiero pintarle los labios con miel y darle de comer ambrosía.
Sólo, beber de sus pechos el rocío de la mañana.
Solo, buscando su ser, su alma.
– Quiero vivir solo, o sólo con ella.
Y no más seré un náufrago de playas desiertas, abandonadas, azotadas,
por la indiferencia de mares, con nombre de persona.