Y abajo, (ve) una sonrisa

Levanto la cabeza y veo otra, calva, desalojada de su viejo sombrero a dos aguas. Veo obreros sin miedo, como piojos, aferrados con confianza, y en coronillas ladeadas. Ahora son ausentes, están en sus casas, puede que en otras igual de viejas, iguales, o más nuevas. No me importa, sólo escribo para hacer espacio baldío hasta llegar a otra frase. …