¡Arriba! (Mira)

Abres la ventana, casi dormida, te levantas de la siesta. Y es esa costumbre que tienes de dejar tender la ropa en una sonrisa, la que me hace sonreír a mí también. Estoy de frente, como otras tardes, o estaba, aburrido y dejando pasar la vida ante mí, ante ti. Tú me mirabas todos los días, unos así, como ahora …